16 Jun Santísima Trinidad
Gloria y amor a la Trinidad
Habiendo sido justificados en virtud de la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Más aún, nos gloriamos incluso en las tribulaciones, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. (Rom 5,1.5)
℣. Hermanos, con todo el corazón, adoremos, alabemos y bendigamos a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, diciendo:
℟. Gloria a ti por siempre.
℣. Te bendecimos, Dios Padre, que preparaste para nosotros el mundo y nos llamaste a la vida para revelar tu amor paterno y materno por todos nosotros.
℟. Gloria a ti por siempre.
℣. Te bendecimos, Dios Espíritu Santo, porque eres la fuerza que nos abre los ojos para ver la verdadera historia escondida bajo las apariencias del día a día, y los milagros que acontecen en nosotros y en nuestro mundo.
℟. Gloria a ti por siempre.
℣. Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, acepta el don que, con particular fervor, te hacemos hoy de nosotros mismos y de todo lo que tenemos y hacemos, como oblación para tu gloria.
℟. Gloria a ti por siempre.
℣. Oremos. Dios Padre, que enviaste al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santidad, haz que, por la misma Palabra y el mismo Espíritu, seamos oblación perenne a tu gloria.
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